Probablemente algunos de nosotros hayamos escuchado esta palabra antes: “endémico” pero, en realidad, ¿cuántos de nosotros en verdad sabemos su significado? Enseguida daremos una explicación sobre lo que son y cómo funcionan.

Es importante comenzar mencionando que una planta endémica es aquella que solamente vive en un determinado y específico lugar, es decir, cuya distribución se delimita a un único lugar, región o continente. El término endémico suele llegar a confundirse con la palabra nativo, sin embargo, la diferencia es que un árbol o planta nativa puede nacer en diversos lugares del mundo, sin embargo, una endémica nace en un solo lugar. Un buen ejemplo de esto, como lo menciona Alfonso Gómez López, maestro en ciencias forestales “un ejemplo pueden ser las plantas cactáceas, todas son nativas además de endémicas del Continente Americano, quiere decir que, si alguien va a Japón y la ve, no la está viendo de manera natural”.

México es reconocido por su biodiversidad, ocupando el cuarto lugar a nivel mundial por su flora. Por ello es que en nuestro país existe una gran variedad de árboles endémicos, como ya mencionamos, que sólo se encuentran en nuestro país. Sin embargo, aunque algunas de estas especies crecen en territorios aislados, algunas se encuentran en grave peligro de extinción ya que hay una sobrexplotación o degradación de su entorno natural.

Cabe mencionar que, en el caso de los árboles, existen 94 especies de coníferas en todo México, de las cuales, 43 son endémicas y crecen en territorios aislado como lo son las islas, montañas, ríos, lagos o cuevas. Sin embargo, como ya mencionamos previamente, muchas de estas se encuentran en peligro de extinción.

A continuación, mencionaremos algunos de los árboles endémicos más famosos de nuestro país:

  • Ciprés de Guadalupe: Se encuentra en la Isla de Guadalupe en Baja California. Esta especie con hojas en forma de escamas pertenece a la familia de las cupresáceas y puede llegar a medir hasta 20 metros de alto. Esta es una de las especies que están en peligro de extinción.

 

  • Pino de Jalisco: Se encuentra en los estados que atraviesan la Sierra Madre Occidental. Es perteneciente a la familia de las pináceas, sus hojas son medianas y tienen semilleros de cono. Puede medir hasta 20 metros de altura y habita en los bosques templados.
  • Abeto de Hickel: Se encuentra en los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz. Desde hace 20 años fue declarado como vulnerable, sin embargo, ha logrado conservarse hasta el día de hoy.

 

  • Pino piñonero llorón: Mejor conocido como piñón, es una especia de la familia Pinaceae. Es endémico del centro y norte de México, se encuentra desde Coahuila hasta Hidalgo y crece en montañas semiáridas con una gran altitud. Puede llegar a alcanzar una altura de 10 metros, aunque por lo general no supera los 6 metros. Ya que su madera y leña son muy comunes, es una de las especies que se encuentran en peligro de extinción.
  • Gaussia gomez-pompae: Es una especie de palmera que crece sobre las rocas de piedra caliza en los estados de Oaxaca, Tabasco y Veracruz. Suele alcanzar un tamaño entre los 10 y 14 metros de altura y sus tallos tienen hasta 20 centímetros de diámetro. También se encuentra en estado vulnerable debido a la degradación de su hábitat.
  • Oyamel de Juárez: Es una especie de conífera perteneciente a la familia Pinaceae. Este árbol se reconoce por sus hojas aciculares y llega a crecer hasta 30 metros de altura. Generalmente se encuentra en las zonas de la Sierra Madre Oriental, como Oaxaca, Guerrero, Puebla, Veracruz y Chiapas. Su madera y leña son muy utilizadas, por lo que también se encuentra en peligro de extinción.
  • Picea de Martínez: Tiene hoja perenne de tamaño mediano que alcanza entre los 25 y 35 metros de altura, con un tronco de diámetro de hasta 1 metro. Crece en las montañas de la Sierra Madre Oriental en Nuevo León a una altitud que llega a superar los 2,000 metros, en las orillas de los arroyos, con copas cónicas y ramillas colgantes.